Entrega de un ajuar al primer recién nacido del 18 de enero de 2011
El pasado 18 de enero se conmemoraron los 476 años de fundación española de la capital del Perú, Lima, pero también los 95 años del Natalicio del eminente sabio francés Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, quien mediante sus 100 obras dio un mensaje para la reeducación de la humanidad en base a la Ciencia, el Arte, la Filosofía y la Didáctica.
La Delegación Peruana de la Fundación ELIC, Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños, una de las instituciones que surgieron de su Pensamiento, celebró esta fecha especial con la entrega de un ajuar al primer recién nacido del 18 de enero de 2011 en el Hospital Arzobispo Loayza: un bebé de 3.950 kilos, hijo de la Sra. Alicia Tipula.
Rodeada por sus familiares más cercanos, se mostró sorprendida y emocionada porque su hijo había recibido el ajuar por el Natalicio del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière. Asimismo, fue un momento para compartir la trascendental labor que viene realizando la Fundación ELIC para la formación del Talento de la niñez, valioso aporte a la educación a nivel mundial.
Participaron de la entrega del ajuar –una de las actividades de proyección social que se organizan anualmente– la subdirectora nacional de la Fundación ELIC, Janice Ferrand Seminario; la adjunta de Comunicación y Extensión de la Fundación ELIC, Luisa Orellana Kontoguris; y la directora de la Fundación ELIC – Filial Trujillo, Andrea Fernández Callegari.
La Fundación ELIC, Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños, es una institución mundial sin fines de lucro, creada en 1977 por el Dr. David Juan Ferriz Olivares, discípulo directo del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, y la CP. María Nilda Cerf Arbulú. Su sede mundial está en Caracas, Venezuela, y actualmente está presente en 18 países de América y Europa.
“Desde nuestras primeras actividades hemos comprobado cómo el encuentro de una niña o de un niño con su propio potencial y la realización de la trascendencia que dicho potencial tiene para los demás y para sí mismo constituye uno de los mayores acontecimientos de su vida, en cualquier nivel social o económico y despierta en la niñez enormes capacidades de superación y de adaptación. Hemos considerado enmarcar esta realización y el mundo formativo que la acompaña bajo el término TALENTO”. (Educación para el Talento y la Paz, Pág. 13).