Elic-Lima, La Fundación ELIC estuvo presente en el 2nd International Forum and roundtable talks for parents del Colegio San Ignacio de Recalde
El pasado 2 de junio, el colegio San Ignacio de Recalde, perteneciente a la Corporación San Ignacio de Loyola, organizó el "2nd International Forum and roundtable talks for parents", evento en el que participaron expositores de Ecuador, Panamá, Estados Unidos y Puerto Rico.
La Fundación ELIC presentó la conferencia magistral "Revelaciones del cerebro sobre la vida emocional y psicológica de nuestros hijos", y el "Panel de Expertos" al cierre del evento. Ambas intervenciones estuvieron cargo de la Psicóloga Janice Ferrand Seminario, Sub Directora Nacional de la Fundación ELIC, quien habló acerca de la revolución de las neurociencias en el campo educativo y formativo de la niñez. Mencionó que este fenómeno es el reflejo de las investigaciones que se vienen dando en las últimas décadas y por las bondades que hoy nos ofrece la tecnología.
La Psicóloga Janice Ferrand hizo mención que nuestro cerebro tiene aproximadamente diez billones de neuronas que coordinan su funcionamiento a través de una intrincada red de conexiones eléctricas que posibilitan la liberación de ciertos químicos cerebrales los cuales se conocen hoy en día como los químicos de la felicidad o la infelicidad.
“Estos químicos en unión con nuestras experiencias de vida, van sellando patrones perceptuales que se van traduciendo en nuestras formas de ver e interpretar el mundo así como a nosotros mismos. Estos patrones, que podrían considerarse filtros internos, le imprimen también el tono afectivo y emocional a nuestras experiencias de vida”.
Así también hizo mención acerca de la importancia del ambiente en el que se desenvuelve el niño, ya que el cerebro humano es el único, dentro del reino animal, que se configura en un porcentaje tan elevado en función de la experiencia y la relación con el entorno. Si bien ello es una ventaja en cuanto a la adaptación, también lo hace muy influenciable y sensible al entorno.
“Es por esta razón que la conformación de nuestro Yo, de nuestra vida emocional, psicológica y afectiva depende directamente de nuestra genética y su interrelación con el ambiente; experiencias, vivencias, impresiones, modelos parentales, etc”.
Por otro lado resaltó la importancia de lograr la máxima expresión del potencial de la niñez y que el desarrollo del mismo esté en consonancia con una vida afectiva y psicológica saludable. Además hizo hincapié en la importancia de vincular dicho potencial con las necesidades de los demás y el entorno que rodea al niño para de esta manera lograr formar un ser humano equilibrado y capaz de orientar su potencial positivamente en beneficio de si mismo y de los demás.