La Gimnasia Psicofísica - Yoga:
Una propuesta para el equilibrio en el desarrollo físico, mental y emocional de los niños y las niñas
Psic. Janice Ferrand Seminario / Lic. Andrea Fernández Callegari
Una gran confusión rodea al concepto de la Yoga hoy en día. ¿Es una religión con raíces hinduistas? ¿O una práctica ancestral efectiva para aliviar el estrés? ¿Quizá un conjunto de intrincadas posturas que sólo pueden realizar unos cuantos expertos? Son algunas interrogantes, muy lejos de la verdad, que prevalecen hasta el día de hoy.
Es importante aclarar que la Yoga “no es una forma de psicología ni de filosofía ni es una religión, puede más bien ser clasificada como una Ciencia Vital, un sistema de mejoramiento de la existencia hacia la Sabiduría”, explica el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière en su libro Yug Yoga Yoghismo. [1]
Con una base científica, el sabio francés presenta en esta obra de 1952 un concepto novedoso al que denomina Yoghismo. Aclara que no es una nueva forma de Yoga –de la que ya existe gran variedad de divisiones–, sino una doctrina mediante la cual el estudiante trabaja en su perfeccionamiento siguiendo una tradición y nutriéndose de las lecciones de los Antiguos. Todo bajo la dirección de un Maestro.
Perfeccionamiento en el sentido de los diversos planos del ser humano: físico, emocional, mental y espiritual, que implica estados concienciales y existenciales para llevar una vida más equilibrada. Por lo tanto, el Yoghismo va más allá de la mera práctica de ejercicios, posiciones y sonidos.
Es una ciencia vital que nos abre las puertas para lograr un desarrollo pleno de nuestras potencialidades. Y si se practica desde temprana edad, predispone al niño a un desenvolvimiento más armónico consigo mismo, con los demás y con su entorno. Para muchos padres, podría significar el punto de partida para que sus hijos puedan encontrar la felicidad mediante la realización plena de sus Talentos.
La Yoga, como ciencia vital para la evolución y el perfeccionamiento del ser humano, nos acerca al estudio de uno de los aspectos más sorprendentes e interesantes del ser humano: su cerebro. Las diez billones de neuronas que lo conforman –y que están interconectadas entre sí– reciben estímulos y logran gobernar nuestro organismo tanto a nivel físico como emocional y psicológico.
No obstante, si bien existe una primacía del cerebro sobre nuestro organismo –según las investigaciones en el campo de las neurociencias– diversos estudios han comprobado también lo opuesto: la influencia que puede ejercer nuestro organismo sobre el cerebro, regulando y afectando de esta manera los estados emocionales y psicológicos del ser humano, tal como lo veremos a lo largo de este artículo.
¿Sabía usted que hay un conjunto de órganos dentro del cerebro encargados de regir nuestra vida emocional? Uno de ellos, que cumple un rol determinante en este aspecto, es la amígdala. Al momento de recibir un estímulo, activa a través de sus redes neuronales las glándulas endocrinas, dueñas y señoras de la liberación de hormonas tales como la adrenalina, los esteroides y los péptidos (las famosas hormonas del estrés). Éstas, al ingresar al torrente sanguíneo, producen respuestas a nivel físico, emocional y psicológico muy conocidas en la psicología, la psiquiatría y la endocrinología.
El Dr. Serge Raynaud de la Ferrière menciona que “la endocrinología es hoy cosa completamente admitida y observando los efectos psicológicos todo proviene del funcionamiento de las glándulas llamadas endocrinas, lo cual constituye una confirmación de la Antigua Sabiduría de la India y de otras culturas ancestrales. Sería verdaderamente una lástima que la medicina creyera haber descubierto algo nuevo en la aplicación endocrinológica, pues la Yoga viene proclamando desde hace milenios ese mecanismo”. [1]
Precisamente, la medicina moderna ha vuelto a aceptar la interrelación entre el cuerpo y la mente, recuperándose así la concepción de unidad del ser humano que se tenía en la antigüedad. Sin embargo, es importante destacar que ambos sistemas (mente y cuerpo) establecen una correspondencia de doble vía que confirma que entre ambos se conjuga una dinámica de mutua afectación, en la que el cerebro influye en el organismo y viceversa.
Por lo tanto, alcanzar un estado emocional y psicológico positivo se convierte en una realidad, que es posible mediante el óptimo funcionamiento y el equilibrio de las glándulas endocrinas. Ahora bien, ¿cómo es que se activan estas glándulas? ¿Es el cerebro el que lo hace o existen también otros mecanismos para regular su óptimo funcionamiento?
MENOS DE UN SEGUNDO
La comunicación a nivel del organismo no es unidireccional, sino multidireccional. Esto permite que así como el cerebro tiene un efecto en nuestro cuerpo y todos sus órganos, nuestro cuerpo a través de todos sus órganos tambié pueden tener un efecto regulatorio en el cer
ebro, como lo demuestra el axioma de Sylvan Tomkins: “Nuestros músculos estriados responden en menos de un segundo a un estímulo y, por ende, envían estas señales a la corteza cerebral”. [2]
Asimismo, el efecto de la relajación se da tanto a nivel motor como sensorial por el fenómeno reflexológico de la irradiación descrito por I. Pavlov, que consiste en que si una zona del cerebro se inhibe o excita su funcionamiento “irradia” dicho efecto a las zonas aledañas. [3]
De otro lado, una respiración adecuada por ambas fosas nasales es el método que difunde la Gimnasia Psicofísica – Yoga, el cual permite que la oxigenación de la sangre alimente ambos hemisferios cerebrales, logrando de esta manera que la respiración tenga un efecto supremo en el pensamiento. Sin dejar de lado que la respiración es maestro del pensamiento, y el pensamiento, maestro de los sentidos. [3]
Estos descubrimientos, entre muchos otros, ponen de relieve el gran impacto que el cuerpo, la respiración y el cerebro ejercen en nuestro estado físico, emocional y psicológico. La certeza que brinda la ciencia en este campo nos invita a evaluar opciones como la Gimnasia Psicofísica – Yoga, disciplina que ha estado siempre presente, pero que recién en los últimos años está llamando la atención de muchas personas.
No solo adultos, sino cada vez más niños que necesitan actividades complementarias a sus rutinas diarias que les permitan alcanzar un equilibrio emocional y psicológico.
LA MEJOR OPCIÓN
El estrés, una característica de la vida cotidiana de muchos adultos y niños a partir de la edad pre escolar, pone en funcionamiento ciertas hormonas que afectan su campo emocional y psicológico. En el caso de los adultos, se ve reflejado en una alteración de los patrones del sueño, en trastornos psicosomáticos y del estado de ánimo, entre otros.
Sin embargo, en los niños se manifiesta de diversas maneras que pueden ir desde variaciones en el estado de ánimo, decaimiento, irritabilidad, cansancio, falta de motivación, ansiedad, frustración o impulsividad, hasta alteraciones físicas como dolores estomacales, de columna, de cabeza, alergias, entre otros.
La identificación del estrés infantil es más compleja que el del adulto, por eso es importante que los mayores identifiquen y monitoreen tanto la presencia como los niveles de estrés de los más pequeños. Esto, porque además de los perjuicios que puede tener en el plano emocional, también afecta el proceso de aprendizaje, la capacidad de retención, almacenamiento y recuperación de información, así como las relaciones con los demás.
El nivel crítico del estrés es la depresión. Esta enfermedad, que ha sido catalogada como la enfermedad del siglo XXI, conduce, en algunos casos, hasta la afectación de la memoria. Diversos estudios han comprobado que las hormonas esteroides son liberadas cuando el niño está estresado, lo que puede afectar al hipocampo –el órgano cerebral encargado de almacenar información–.
Al centrarse en brindar a los hijos una buena educación y alimentación, los padres muchas veces dejan de lado otros aspectos esenciales, como privarlos de una disciplina que les permita regular sus estados psicofísicos.
Esto es algo en lo que viene trabajando la Fundación ELIC, Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños, a través de sus talleres de Gimnasia Psicofísica – Yoga y Relajación Neuromuscular, basados en el Método Ferriz – Ferrière, en ambientes acondicionados especialmente para los niños y bajo la conducción de profesionales de amplia trayectoria en neurología, psicología, salud y educación, con una frecuencia de una vez por semana como mínimo.
Invitamos a los padres de familia a reservar un espacio en la agenda semanal de sus hijos para darles la oportunidad de practicar Gimnasia Psicofísica – Yoga y Relajación Neuromuscular que, a través de sus ejercicios, logran regular y optimizar el funcionamiento glandular, equilibrando la liberación de las hormonas del estrés cuyos efectos ya hemos explicado anteriormente.
Este y otros temas se desarrollarán en el 6to. Congreso Mundial para el Talento de la Niñez, evento de gran trascendencia para la educación a nivel internacional, organizado por la Fundación ELIC y respaldado por la Unesco, el Convenio Andrés Bello, el Ministerio de Educación y la Asamblea Nacional de Rectores y el Gobierno Regional del Cusco, que se realizará en la ciudad de Cusco del 28 de octubre al 1 de noviembre del presente año.
Raynaud de la Ferrière, Serge. (1987) Yug Yoga Yoghismo, Una Matesis de Psicología.
Cerf Arbulú, María Nilda. Esborronda Andrade, José Miguel. Berinstain Mowbray, María Adriana. (2007) Educación para el Talento y la Paz.
Greene, Ross W. (2005) The Explosive Child.
Amen, Daniel G. (2002) Healing ADD.
Jacques, Michel Robert. (2000) Entendamos nuestro cerebro.
LeDoux, Joseph. (1996) The Emotional Brain.
[1] Raynaud de la Ferrière, Serge. (1987) Yug Yoga Yoghismo, Una Matesis de Psicología.
[2] LeDoux, Joseph. (1996) The Emotional Brain.
[3] Cerf Arbulú, María Nilda. Esborronda Andrade, José Miguel. Berinstain Mowbray, María Adriana. (2007) Educación para el Talento y la Paz.