La Ciencia en la Epistemología y el Simbolismo: hacia la Paz por una Cultura del Saber

¿Cómo obtiene conocimiento la Ciencia y cuáles son sus métodos de investigación?

Sabemos que la Ciencia en la actualidad busca explicar el mundo. Se pregunta el porqué de las cosas, tratando de encontrar las causas y efectos de los acontecimientos para establecer leyes objetivas. En esta búsqueda de la Ciencia hay confusión y discordancia, sobre todo entre las teorías de las ciencias humanas, a las cuales en este artículo damos más atención. Estas teorías de las ciencias humanas son muy controvertidas, discutidas, sobre todo por no tener una base de percepción de la realidad consensuada, la cual, no obstante, es imprescindible para un diálogo fecundo.

El Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y su Discípulo que más le ha comprendido, el Dr. David Juan Ferriz Olivares, proponen soluciones interesantes acerca de este problema en sus Obras como el Propósito Psicológico Tomo I ”Disertaciones Filosóficas. Simbología“, “Los Grandes Mensajes“ o ”Yo realicé a Dios a través de las Matemáticas“. A través de su estudio se entiende mejor el problema de las Ciencias en general y, para este caso en particular, también de las ciencias humanas. Asimismo, uno encuentra conceptos que facilitan una percepción de la realidad tanto como un método, que permitirá un desarrollo armónico en las ciencias humanas, aplicándolo hacia una cultura del Saber. 

Actualmente conocemos dos posiciones filosóficas en las Ciencias que proponen premisas de la percepción del mundo, sobre la realidad e implican diferentes métodos en la investigación.

La más conocida y posiblemente la más predominante es el Positivismo, término que fue utilizado por primera vez por August Comte (1856). Sus raíces se encuentran más temprano aún en el siglo XVIII con los filósofos del empirismo como Barkley, Locke y Hume. Ellos proponen que el conocimiento se obtiene a través de la experiencia: el investigador observa directamente el mundo, verificando con ello las hipótesis que tiene de él, lo que le permite conocer. Esta percepción del mundo desde esta posición científica se manifiesta, por ejemplo, cuando se observa cómo crece una planta según las leyes conocidas de la biología. Así se evidencia esta premisa, a menudo aplicada en las ciencias naturales.

La teoría opuesta al Positivismo en la actualidad se llama Constructivismo, y se aplica sobre todo en las ciencias humanas. Sus primeras expresiones se pueden encontrar en la filosofía racionalista de Descartes y Leibnitz, quienes constatan que para conocer el mundo más bien hay que utilizar la facultad de la razón. Sin embargo, se pueden hallar las raices del constructivismo en los pensamientos de Immanuel Kant, quien en el siglo XVIII reaccionó sobre las posiciones antagonistas del empirismo y racionalismo, buscando reconciliarlos en su filosofía del idealismo transcendental. Así, él destacó que, nuestra percepción del mundo está condicionada por el tiempo y el espacio, además de las 12 categorías de la ratio. En este sentido, nosotros creamos al mundo, ya que nuestras percepciones fenoménicas tienen que pasar por estas categorías de la ratio antes que las sintamos. Por ejemplo, si una mamá embarazada de pronto observa muchas mujeres embarazadas esto no quiere decir que ahora hay más mujeres encinta, sino que la mamá tiene una distinta selección de su percepción de la realidad.
Esta es la diferencia fundamental entre el Positivismo y el Constructivismo, dado que el primero quiere obtener y verificar el conocimiento a través de la observación directa del mundo, y el segundo observa la percepción de los seres humanos del mundo y así ya no es posible verificar tan fácilmente el conocimiento, que es relativo según la percepción de cada individuo o una sociedad.

El Dr. David Ferriz hace en su obra “Yo realicé a Dios a través de las Matemáticas“ un llamado a las raíces del mismo Constructivismo, las cuales se encuentran en la teoría de la Epistemología desarrollada por el francés Gaston Bachelard (1934). Es así que también otros pensadores contemporáneos como Jean Piaget (1950) descubrieron este acto creativo de la percepción de la realidad, la cual forma la realidad de nuestro mundo. Gaston Bachelard, con su teoría de la Epistemología, propuso que ya no se debería verificar a la ciencia por la observación del mundo, sino que la perpetua mutación de los conceptos en la ciencia, es el acto mismo de la verificación. Con esta noción, él guía a la ciencia del acto de explicar al acto de entender, ya que los acontecimientos tienen que ser contextualizados en la intersubjetividad para analizar la percepción de la realidad, que es la causa de los eventos. 

Este objetivo de entender en vez de explicar ya fue expresado por el hermeneuta Wilhelm Dilthey (1900), o también se puede mencionar al llamado padre de la sociología Max Weber (1904). Pues con la Epistemología uno no intenta explicar por ejemplo un acontecimiento como la guerra mundial, en búsqueda de una ley objetiva que ha causado este evento, sino que uno intenta entender esta guerra mundial considerando la percepción del individuo de ese tiempo y observa cómo ha cambiado esta percepción del individuo, la cual se refleja en la percepción de los estados entre sí y sus actos consecuentes. 

La teoría de la Epistemología en las ciencias humanas con el tiempo se ha desarrollado por ejemplo con pensadores como Michel Foucault (1966) y otros. Según el epistemólogo François Guery (1973), se tiene ahora una tendencia positivista como de buscar encontrar una estructura bajo los acontecimientos del mundo en forma de la percepción de la realidad, pero considerándola como fija. Ahí se encuentra también el problema de las teorías de las ciencias humanas, las cuales a menudo parten de otra percepción de la realidad en diferentes contextos y exigen, muchas veces sin darse cuenta de su percepción, que la realidad sea así, siempre fue así y siempre será así. Esto es como decir que, por el hecho de que un niño tenía miedo en una situación y por eso lloró, siempre llorará en una situación similar.

El Dr. Serge Raynaud de la Ferrière en su obra “Los Grandes Mensajes“ propone un Nuevo Concepto de la Divinidad, presentando una síntesis del principio de la Trinidad, la cual se encuentra en los textos sagrados de todas las grandes culturas y sus filosofías: la trimurti Brahma-Vishnu-Shiva de la India; Tem-Shu-Tefnut de los hebreos; o El-Aquil, El Aqlu, El Maqul de los árabes, para nombrar algunos.
VIDA, FORMA, PENSAMIENTO son los términos que propone el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière como el Nuevo Concepto de la Divinidad, adecuado para el entendimiento en nuestro tiempo actual.
Lo interesante para este discurso sobre la ciencia actual es el concepto del PENSAMIENTO, que se tiene que entender como la CONSCIENCIA. Dice Serge Raynaud de la Ferrière: "Esta Vida-Pensamiento llega a especializarse cuando culmina en la forma humana, y además se individualiza, produciendo así el ser humano Consciente de Sí“.  El PENSAMIENTO, pues, es algo creativo que activamente se manifiesta en la realidad. Lo podemos entender cuando nosotros decidimos sobre quién debería dirigir o reinar en el estado; así manifestamos nuestra realidad sobre el sistema de educación, del sistema de salud, del sistema de seguridad, de los impuestos y varias cosas más. Así que el acto de pensar crea y manifiesta nuestro mundo.

Dice el Dr. David Ferriz Olivares en “Yo realicé a Dios a través de las Matemáticas" que la Ciencia tiene que volverse Consciente de Sí. Es ahí donde se puede encontrar la llave para el entendimiento del problema de la Ciencia, la cual no es consciente de sí, como no reconoce el poder creativo propio del PENSAMIENTO, sino es reactiva. La ciencia es reactiva por el hecho de su pregunta predominante del Porqué, intentando explicar los eventos por causa y efecto. En el caso de las ciencias humanas, conserva una visión de realidad que no deja evolucionar nuestra percepción de la realidad. Tomando otra vez el ejemplo del niño que llora: es como decir si el niño se observa a sí mismo llorando cuando ve un elefante y se pregunta porque él llora, descubre la ley objetiva que tenía miedo de un elefante. Pues ahora el niño actúa reactivamente y tiene que llorar siempre cuando vea al elefante, a la vez de volverse consciente de sí, en el sentido de observar como él llora cuando ve un elefante, pero no llora cuando ve una cabra o aún un antílope, para decidirse pues cuándo le sirve llorar y cuando no le sirve, volviéndose activo y creativo.

Vemos entonces que si el niño pregunta ¿Para qué? a la vez de ¿Por qué? se vuelve activo y crea su reacción emocional. Este es el poder del PENSAMIENTO, que la Ciencia en la actualidad no ha entendido todavía. Sobre todo es fundamental para la ciencia humana que trabaja exclusivamente en el PENSAMIENTO, que observa a las interacciones humanas, las cuales dependen de la consciencia de los individuos, los cuales forman una sociedad.

Otro problema que podemos encontrar en las Ciencias es su inclinación exclusiva a la Objetividad, devaluando el aporte de la Subjetividad. Las dos posiciones (Positivismo y Constructivismo) parten, como ya hemos dicho, de filósofos empiristas y racionalistas, los cuales subrayan el valor fundamental de lo objetivo para obtener conocimiento. La posición de Kant es interesante porque no exactamente excluye una facultad más subjetiva de obtener conocimiento; más bien considera que actualmente, por las condiciones de la sociedad, no hay posibilidad más subjetiva para percibir la realidad primordial, la cual llama nouómeno. Dice él que no tenemos una facultad de “intuición no sensible“ para percibir al nouómeno directamente antes de que pase por las categorías de tiempo, espació y las doce categorías de la ratio y luego nos llega en forma de fenómeno. Hegel, quien se ubica en el siglo XIX, reacciona sobre la posición racionalista de Kant, para buscar romper con esta dicotomía del subjetivo y objetivo. Así, propone otra percepción de la realidad, defendiendo con la “Fenomenología del espíritu" (1807) y el método dialéctico la facultad humana de percibir las cosas de una manera más directa mediante el espíritu, percibiendo el mundo así como es. Vemos ahí pues un ejemplo epistemológico de cómo pensamos se puede percibir la realidad.

Serge Raynaud de la Ferrière en su "El Libro Negro de la Francmasonería" recuerda a la Sabiduría del Rey Salomón, cuyo reino se ubica en los años 1000 antes de Cristo y del cual todavía se admira su saber. Recuerda ahí Serge Raynaud de la Ferrière al templo de Salomón, que contiene dos Columnas con las palabras Sol-om-Mon, el Sol y la Luna, las que se pueden describir como la polaridad objetiva y la polaridad subjetiva. Dice Serge Raynaud de la Ferrière que todas las culturas Sabias, así como la cultura bajo el reino de Salomón, supieron unir las dos polaridades: la Unión entre la Subjetividad y la Objetividad para alcanzar el verdadero SABER.

El método actual de la Ciencia, tanto de las naturales como las humanas, no conlleva este aspecto Subjetivo, al contrario, lo restringe para mantener la objetividad, seguramente fundamental para cualquier conocimiento.

Serge Raynaud de la Ferrière en su Propósito Psicológico “Disertaciones Filosóficas. Simbología“, como primera obra de una serie de 36 Propósitos Psicológicos, explica la importancia del símbolo para la Psicología de la humanidad y para la Ciencia. Se apoya en las palabras de la filósofa alemana Susanne Langer (1942), quien analiza el simbolismo en su obra “Nueva Clave de la Filosofía“. Dice Serge Raynaud de la Ferrière: "El ser humano se sirve de signos (nuestras palabras generalmente son signos, pero no en el sentido de señal) para tratar determinadas cosas; estos signos substituyen cosas; pero cuando el signo deja desarrollar una expresión característica hacia el objeto in absentia, lo que es llamado “pensar en”, o “referirse a” lo que no está ahí, entonces no es una “sintonía” con la cosa, sino que se trata de un símbolo".

Apoyándonos, pues, en los ejemplos de la obra de Langer se puede explicar la diferencia entre el símbolo y la señal. Si un perro escucha el nombre de su dueño, lo busca en el entorno. Pues al pronunciar el nombre, el perro lo percibe como señal, ya que él no puede pensar en el nombre o la persona que el nombre denomina sin que la persona esté presente. El ser humano sí puede conversar fácilmente sobre una persona sin que ella esté presente, pronunciando su nombre como un símbolo, ya que “piensa en“ o “se refiere a“ la persona, que no necesariamente debe estar presente para esta conversación. Entonces, si la mayoría de nuestras palabras están simbolizadas, ya que hablamos a menudo de cosas que no están presentes físicamente, por consecuencia debemos comprender nuestro pensamiento en forma de símbolos también. Así indica el Dr. de la Ferrière que "el acto esencial del pensamiento está simbolizado. En efecto, el material dado por nuestros sentidos está constantemente siendo cambiado en símbolos, los cuales constituyen nuestras ideas elementales".

Esta noción tiene consecuencias fundamentales para nuestra Ciencia, que vamos a ver más adelante, ya que nuestra ciencia humana, como hemos visto, trabaja casi exclusivamente en el PENSAMIENTO de la humanidad.

Antes hay que comprender mejor el concepto de símbolo que nos presenta Raynaud de la Ferrière en el Propósito Psicológico XXX "La Sabiduría de Mahoma", donde introduce una nueva manera de describir a un símbolo, la cual se puede considerar como una arquitectura de este mismo: el símbolo tiene una “forma aparente“ y una “esencia ontológica“, las cuales están unidas por su “significado lógico“. Esta arquitectura se puede entender con el ejemplo que propone el Dr. David Juan Ferriz Olivares de una bandera: su “forma aparente“ es la tela sobre la cual están pintados colores y dibujos. Pues esta bandera es un símbolo porque se “refiere a“ una nación, un pueblo, un país se refiere a una “esencia ontológica“. Para comprender la “esencia ontológica“ de un país, su pueblo y su sentido de nación entonces uno tiene que estudiar su “significado lógico“, el que se encuentra estudiando los dibujos y colores de la tela como “forma aparente“ de la bandera y que se refieren a la historia del país y sus mitos. Así entonces estudiando ello, uno empieza a percibir la “esencia ontológica“ de un país y entiende su símbolo.

Lo interesante del estudio de un símbolo como nos lo presenta el Dr. Raynaud de la Ferrière es que se necesita tanto de la objetividad en el análisis como de la subjetividad para percibir una “esencia ontológica“. Dice Serge Raynaud de la Ferrière: “Finalmente para comprender la significación de los símbolos, una alta facultad del pensamiento es necesaria: la intuición; aun cuando queda en esa forma una palabra vaga, sobre todo cuando se piensa que debe abarcar comprensión, reproducción y uso, es difícil imaginar así tal intuición; quizá sea preferible decir: período óptimo de estudios”.Vemos pues ahí la Unión de la Razón y de la Intuición, de la Objetividad y de la Subjetividad, la cual es necesaria para comprender la “esencia ontológica“ de nuestro PENSAMIENTO, que la ciencia humana le tiene como objeto de estudio.

Para concluir esta disertación sobre la Ciencia en la Epistemología y el Simbolismo podemos resumir que si la ciencia humana quiere liberarse de su manera reactiva y conservadora de estudiar y percibir al mundo, necesita de nuevo aplicar una Epistemología que permita –como dice el Dr. David Juan Ferriz Olivares– a la Ciencia volverse Consciente de Sí, en observar la perpetua mutación de sus conceptos. Así también, preguntándose el Para qué de las cosas para entender más en vez de solo explicar los acontecimientos, adoptando así una actitud activa y creadora que permita a los investigadores influenciar en nuestra Consciencia colectiva, el PENSAMIENTO hacia una evolución colectiva. Para ello, se necesita un nuevo método, el cual permita la Unión entre Razón e Intuición, necesaria para analizar al PENSAMIENTO y así alcanzar el Saber. Este método lo encontramos en el Simbolismo, como nos presenta el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, el cual nos permite meditar alrededor de una "esencia ontológica“, como podría ser la Nación, el Amor, la Paz, el Poder, la Tolerancia u otros principios. Estos principios, a través del tiempo, toman otras “formas aparentes“, los que la Epistemología puede analizar en su observación de la perpetua mutación y transformación de los conceptos, estudiando así también el “significado lógico“ para, en fin, penetrar la Vida. Así nos enseña el Sabio Serge Raynaud de la Ferrière: "La Causa Suprema, en su Esencia Infinita escapa naturalmente al análisis, pero sus diferentes manifestaciones si pueden ser analizadas con el objeto de conducir el espíritu a una mejor comprensión de las cosas sagradas, para lo cual se hace necesario enfocarlas a base de una epistemología de la vida". 

Lo que se puede preguntar, como consecuencia de esta disertación. evidentemente es: ¿por qué no hemos llegado todavía a evolucionar nuestra ciencia actual hacia una Ciencia del Saber, donde están unidas la razón con la intuición? Llegar a tal tipo de investigación de la vida, planteado por el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, en unión con su exégeta, el Dr. David Juan Ferriz Olivares, necesita una Reeducación de nuestro Pensamiento colectivo. Tenemos que aprender a pensar más en síntesis, ya que este tipo de investigación y análisis de la vida requiere un Saber en el pensar del investigador, que permita, como hemos visto, la unión entre la Intuición y la Razón, así como una formación del espíritu para querer y poder analizar el Para qué de los acontecimientos en el mundo. 

Vemos como en la actualidad, desde las escuelas hasta las universidades, se habla mucho de que nuestros hijos deberían pensar más en conexiones, declaramos como nuestra nueva generación es egoísta, materialista y no se preocupa por nada. ¿Por qué actúan así? Porque los hemos educado así. 

Educamos a nuestros niños para aislarse de sus compañeros por proclamar la competición, que pensamos es necesario para sobrevivir en un mundo frío creado por nosotros, lo que impide a nuestros hijos llegar realizar el verdadero destino de su Ser. Así nos recuerda la Ctdra. María Nilda Cerf Arbulú, Discípula Directa del Dr. David Juan Ferriz Olivares: "Nosotros los seres humanos estamos llamados no solamente a planificar para buscar ingresos económicos; que lamentablemente por la influencia llamada globalización ahora todo es buscar sobrevivir a la situación económica para tener carro, para tener casa, incluso hasta los pocos ingresos que se tiene es en función de la sobrevivencia pero no en función de la trascendencia de su ser, no en función de plasmar los Altos Ideales".

Abandonamos a nuestros niños ante la televisión, entregándoles con descuido a la confusión actual de nuestro arte, de nuestra ciencia, sin ayudarles a descubrir su propio potencial, y cuando llegan nuestros hijos a la edad en que deberían escoger su profesión nos enojamos por su indecisión y desinterés. Predicamos que nuestros niños deberían pensar en conexiones por la creciente complejidad del mundo, pero les presentamos las materias del currículo en forma desintegrada, desbordando a nuestros hijos con pruebas técnicas sin descanso y sin tiempo para digerir la información absorbida, creando en ello un ambiente de producción industrial en el propio campo educativo, generando así que muera la preciosa sed de saber. El Lic. José Miguel Esborronda Andrade, también Discípulo Directo de Dr. David Juan Ferriz Olivares, explica: “El hecho de que un profesor ponga a todos sus alumnos a luchar entre ellos, a competir, a ver cuál es el que se saca más nota o a ver cuál es el que termina primero, es como si una madre pensara que sus hijos van a digerir mejor la comida si les dice que les va a dar el doble al que termine primero, igualmente ocurre en la educación; no solo en la educación, en la economía y en otras áreas del quehacer humano".

Todos queremos la Paz, y de la Paz hablamos mucho, pero de hacer nada no se dará la Paz. Hay que trabajarla, hay que darle valor, dedicándose a su realización en lo concreto, en lo inocente, lo que son nuestros hijos. 

Recordando la misión crucial de los padres para la Paz, Serge Raynaud de la Ferrière dice que “se habla siempre de los deberes de los hijos para con los padres, pero no hay que olvidar los deberes de los padres para con los hijos, y toda la quiebra y derrota de la niñez y adolescencia que sucede actualmente, ¿no es acaso debido a la falta de los padres en sus deberes más elementales? (…) no engañéis a vuestros hijos, y menos sobre vosotros mismos, ni sobre cualquier otra cosa. (…) Desde el momento en que habéis aceptado una misión, un apostolado de educador, tenéis que cumplir y cumplirlo bien, si no no habéis debido aceptarlo".

Si queremos una Verdadera Ciencia aplicada en una Cultura del Saber, entendidas como las palabras sabias de David Ferriz: “Cultura es visión de vida, formación que permite la realización, la búsqueda que el hombre hace de sí”, necesitamos educar a nuestros hijos, formarlos hacia una investigación de la vida que permite la realización del hombre transcendental. 

En ese sentido, necesitamos un ambiente de cooperación y colaboración en nuestros campos educativos, como dice José Miguel Esborronda: "La competencia no mejora la calidad de la educación, más bien es la SOLIDARIDAD, el aprender a trabajar en equipo".

Previendo las dificultades que encontramos en el amanecer de esta Nueva Era, de estos nuevos tiempos, Serge Raynaud de la Ferrière explica: “La Nueva era, que se destacará por la investigación sintética, tendrá necesidad de espíritus fuertes, capaces de comprender un sistema en su conjunto y esta posibilidad cuenta mucho en la formación del carácter durante la niñez”. 

En la Fundación ELIC, Escuelas Libres de Investigación Científica para Niños, creada por el Dr. David Juan Ferriz Olivares y la Ctdra. María Nilda Cerf Arbulú, los niños están formados según este ideal, y su misión se basa en el Propósito dejado por el mismo Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, el cual dice: "Lo importante no es solamente enseñar algo a un niño; es formar su espíritu para la observación y la reflexión, la crítica en la investigación y el amor a la verdad".

La Fundación ELIC, en sus inicios en 1977 y desde su legalización oficial en el año 1991, bajo la vigilante directiva de su Presidenta Ctdra. María Nilda Cerf A. y su Vice Presidente Lic. José Miguel Esborronda A., se dedica a tal misión, desarrollando y aplicando en múltiples actividades y los Congresos Mundiales para el Talento de la Niñez nuevos métodos de psico-pedagogía que facilitan al niño un crecimiento integral. 

María Nilda Cerf anuncia en esta misión que “se requiere una mayor formación filosófica y epistemológica del docente a todo nivel para sincronizar el anhelo y la necesidad de búsqueda de la verdad y sentido de trascendencia en nuestros niños y en toda la humanidad.” 

Los métodos de las ELIC ayudan al niño a desarrollar y descubrir su Talento natural, para que el niño puede incluirse en la sociedad en manera activa y creativa propio del don de PENSAR, inherente del Ser Humano. Los métodos permiten enseñar al niño el SABER, uniendo la Razón y la Intuición, aplicando la Síntesis del Arte, de la Didáctica, de la Filosofía y de la Ciencia. 
Es decir el niño por recibir una Formación no solamente aprende cosas de memoria, sino cultiva una manera de pensar la cual le permite observar al mundo asimilando nuevas informaciones con facilidad, ordenándolas con una reflexión bien cultivada, evitando vislumbrar en ilusión por emociones inconscientes. Así actuando con rectitud y moderación se permite al niño integrar las informaciones en lo complejo de su visión del mundo por la crítica en la investigación, haciendo lo aprendido algo personal lo que facilita la realización de lo aprendido, cultivando siempre el amor a la verdad, esa sed tan preciosa de saber investigar la vida, que nos da la fuerza de cambiar concepciones caducas para comprender cada vez más. María Nilda Cerf Arbulú y José Miguel Esborronda Andrade en su Libro “Educación para el Talento y la Paz” especifican los métodos creados de las ELIC: La Formación ayuda al niño a encontrar su talento natural, lo que “se muestra cuando el ser humano encuentra la vía para unir su potencial con las necesidades de los demás; con la sociedad y el mundo que le rodea.”

Finalmente si queremos un avance en nuestra Ciencia actual, si queremos aspirar a una evolución Cultural y queremos construir una sociedad del Saber, es un imperativo que formemos a nuestros hijos para que tengan la capacidad de Investigar y de Pensar, percibiendo y creando en forma colectiva y participativa el mundo, siempre con el deseo de ofrecer sus potenciales y su talento para el bien de la sociedad. De esta manera les compartimos los conceptos que inspiraron el 8vo. Congreso Mundial para el Talento de la niñez que se realizó del 13 al 17 de octubre en Sucre Bolivia, país del impresionante Monte Doctor Sajama, y donde estos temas de la formación de los niños fueron discutidos ampliamente por investigadores, educadores y artistas de alto alcance cultural. Es así que ya se viene invitando para el 9no. Congreso Mundial para el Talento que se realizará en el Salvador en el año 2017 (www.elicnet.org).

 Michèle Manpreet Ryatt

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