SEMILLAS “LUNARES” EN TARAPOTO
En los casi 12 años de la CASA de la CULTURA “Dr. David Juan Ferriz Olivares” sede Tarapoto hemos establecido muchos acontecimientos sin precedentes en la región San Martín, acontecimientos que han hecho trascender el buen prestigio de nuestra “Ciudad de las Palmeras” en el mundo. Hoy, una vez más –y gracias a la Buena Voluntad perenne de nuestros más altos jerarcas institucionales a nivel mundial, los queridos Maestros Ven. Sat Arhat Contadora María Nilda Cerf Arbulú y Ven. Sat Arhat Licenciado en Matemáticas José Miguel Esborronda Andrade- podemos sentar un precedente de gran trascendencia en la historia de Tarapoto y de la Región San Martín pues nuestra ciudad es una de las DOS ciudades del Perú que ha tenido la gracia de recibir las SEMILLAS del primer árbol de Jacarandá (o Sicomoro) que surgió en la misión APOLO XIV (1971) cuando el astronauta Stuart Roosa llevó tres semillas de este árbol durante una semana a la Luna.
¿Abiertos A ESCUCHAR para FORMAR a nuestros hijos?
Debemos procurar reflejar y exteriorizar una mente abierta, libre de prejuicios que se refleje en nuestra forma de hablar, en nuestro tono de voz, en nuestros gestos y expresiones.
En nuestra Misión como padres recurrimos a modelos parentales y estilos de crianza que hemos interiorizado a partir de nuestra vivencia cuando éramos niños. Al mismo tiempo hacemos un intento por conjugarlos con aquellos estilos y tendencias que van evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos sorprendiéndonos al descubrir que aquello que antes era apropiado en la crianza repentinamente deja de serlo para dar paso a una nueva “forma” de relación entre padres e hijos.
Sin embargo, aún en pleno siglo XXI, seguimos aplicando un modelo educativo – disciplinario que es punitivo y prejuicioso; obsoleto para estos tiempos.
Los “PREMIOS” y “Recompensas” y su efecto en la VOLUNTAD de un Niño
¿Nos hemos preguntado acerca del efecto que pueden tener los premios o recompensas en la vida de un niño? Algunas personas los consideran positivos, sosteniendo que despiertan la motivación y afianzan conductas positivas mientras que otros los perciben como contraproducentes y sostienen que generan dependencia, desmotivación, tensión y angustia en el niño. |
La naturaleza nos permite apreciar que en el reino animal, especialmente en los mamíferos, los premios o recompensas que el adulto otorga al menor se traducen en afecto que puede ser manifestado como caricias positivas, acercamiento físico y/o reconocimiento cada vez que éste último realiza una acción que favorece su adaptación así como su supervivencia y la del grupo. El castigo o reprensión buscan, por el contrario, erradicar un tipo de conducta que atente contra la supervivencia del individuo y/o su especie.
El Síndrome del día Lunes también se presenta en los Niños y Niñas
Los días lunes por la mañana, muchos niños y niñas experimentan síntomas de tristeza, desánimo, irritabilidad, cansancio, etc. Por mucho tiempo se ha pensando que este “síndrome del día lunes” se presenta únicamente en adultos, sin embargo, muchos niños y niñas en edad pre escolar y escolar también lo experimentan.
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Algunos expertos consideran que estos síntomas podrían deberse a una variación y alteración del sueño durante los fines de semana, lo cual conlleva a una modificación en la secreción de melatonina, hormona que induce el sueño, así como de serotonina, neurotransmisor que nos mantiene despiertos y ayuda nuestro estado de ánimo. Sin embargo, se ha visto que la variación en los ritmos e intervalos del sueño no son la única causa del “síndrome del día lunes”.
¿Qué hacer frente a un niño o niña que llora cuando va al jardín?
Antes de esbozar algunas alternativas de manejo a esta circunstancia común en los niños y niñas, es importante señalar que actualmente los niños y niñas empiezan a asistir al jardín aproximadamente a los dos años, edad en la que tienden aferrarse a las personas que les son familiares y presentan cierto rechazo para quedarse con personas que les son extrañas o poco conocidas. |
Esta característica es propia del desarrollo neurológico, y desde el punto de vista evolutivo, corresponde a una inclinación natural del infante por estar cerca de la madre y/o cuidador con el propósito de evitar cualquier riesgo o peligro. Dado que compartimos un porcentaje importante de nuestra genética con nuestros hermanos los “primates” así como con otros animales, este tipo de conducta es propia del instinto de supervivencia que los animales utilizamos para salvaguardar nuestra existencia, y la mejor manera de hacerlo mientras somos pequeños, es aferrándonos a nuestros cuidadores.